Los últimos temporales han traído hasta las costas de la cornisa cantábrica algunos ejemplares juveniles de foca gris .La mayoría no sobreviven por las perturbaciones humanas : aparejos de pesca , embarcaciones , apedreamientos y en alguna ocasión asesinatos a sangre fría con objetos punzantes como ha ocurrido con un ejemplar hace poco en el País Vasco.
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